EL PICO SAGRADO DEL ALTO REY
Este pico, como muchas otros en España, tiene un carácter sagrado para los vecinos de la zona. La montaña, su historia y la mitolgia que la envuelve, siempre han tenido una gran influencia sobre los habitantes del valle, visible en su folklore, cultos, leyendas y creencias.
Desde tiempos precristianos ha existio culto en el punto más elevado
de esta pico, donde los celtiberos celebraban ritos al dios celta Lug.
Eran las montañas sagradas donde el hombre se acercaba a los dioses y a
las estrellas.
Con la llegada del cristianismo se ha mantenido el
culto en el mismo lugar, a modo de sincretismo, reconvertiendo los ritos
celtas en advocaciones cristianas.
Los monjes del Cister tenian
especial cuidado en elegir los puntos donde erigir sus templos,
aprovechando aquellas zonas donde existía un culto precristiano pagano.
Del mismo modo operaron los templarios a la hora de asentarse en un
lugar.
Hay que considerar que el altar de la ermita se levantó sobre
una enorme roca dentro del templo, siendo, de echo, el punto mas alto
de la montaña mágica. Los accidentes orográficos del pico aparentemente
fueron elegidos para favorecer la práctica de ritos, sacrificios o
cultos. Al pie de la ermita, tenemos unas estructuras rocosas que tienen
semejanza con un ara o altar y, de hecho, desempeña tal función en las
actuales misas que se celebran en las romerias de cada primer domingo de
septiembre, y a las que acuden todos los pueblos de alrededor.
El
santuario está dedicado al culto del «Santo Alto Rey de la Majestad»,
existiendo tal identificación y comunión con el lugar que se les nombra
indistintamente, tanto para referirse a la montaña como a su santuario,
la ermita.
La imagen es una talla que tiene de unas características
un tanto atípicas. Es de pequeño tamaño y representa a Cristo Rey
resucitado. Por su postura recuerda a un Pantocrátor. Se encuentra
sentado cubierto con un manto y tocado por una corona. Nos muestra los
brazos y el costado donde se ven las heridas de la crucifixión.
Esta
imagen se hallaba colocada en una hornacina a la entrada de la cercana
Iglesia de Santa Coloma de Albendiego, encima de la puerta principal y
era la que usaba el santero de dicha iglesia para ir a pedir limosnas
por todos los pueblos de la zona.
Sabemos muy poco de la
construcción original de la ermita. El santuario que vemos hoy en dia
data de 1785, levantado bajo el Cabildo de Sigüenza, tal como consta en
una losa de la puerta, y por el jarrón con azucenas esculpido en un
muro, simbolo de la diocesis seguntina. Parece ser que utilizaron como
materiales los procedentes de una anterior casa y ermita de origen
templario que allí podria existir.
El santuario, desgraciadamente,
ha subrido muchisimo a lo largo de los siglos, debido a lo riguroso del
clima, del desinterés en algun momento de la historia, del actual
vandalismo, y de su uso como refugio de ganado. La puntilla se lo ha
dado la construccion de una base militar ya abandonada, y de la
instalación de unas grandes antenas de telefonía que desvisten al Alto
Rey de toda su antigua magia.
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