1414 UNA EXTRAÑA CRUZ EN EL CIELO EN LA GUADALAJARA DEL SIGLO XV
Un curioso fenómeno de rayo en bola fue interpretado como un milagro y señal de marcado carácter religioso según los criterios de San Vicente Ferrer, uno de los santos que por entonces recorrían España invocando sermones apocalípticos.

Charla dentro de las I Jornadas Solidarias de El Ojo Critico del 15 de febreo de 2014,e impartidas en el centro MIRA Teatro, de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Introducción.
La digitalización de documentos,
libros y revistas constituyen, hoy en día, una inmensa fuente de
información para cualquier estudiante o investigador, y que está
disponible gracias a las bibliotecas virtuales a través del omnipresente
internet.
Cualquier persona con un ordenador puede consultar
millones de libros y periódicos escritos no sólo en la actualidad, sino a
lo largo de los siglos. Con un simple buscador de internet podemos
encontrar cientos de enlaces apuntando a documentos digitalizados con un
solo click. El sueño dorado de toda mente inquieta.




Encuentro casual de algunas citas.
Navegando por
los escritos de Juan Catalina García (1845-1911) arqueólogo,
bibliógrafo, historiador, senador y cronista provincial de Guadalajara,
digitalizados en la BIDICAM (Biblioteca Digitalizada de Castilla la
Mancha), encontré referencias de un prodigio celeste ocurrido hace
siglos. Se citaba brevemente, en varios de sus libros , (1)(2), la
aparición de una extraña cruz en el cielo de Guadalajara en 1414, suceso
que ha llegado hasta nosotros gracias a que fue recogido en la
biografía de San Vicente Ferrer, patrono de Valencia. Estos escuetos
comentarios a pie de página despertaron mi curiosidad, y a golpe de
ratón se fue desvelando lo ocurrido aquel día.




Descripción del suceso
Era el 18 de Marzo de
1414. Ocurrió en la Plaza Mayor de Guadalajara, delante de la fachada de
la ya desaparecida ermita de Santo Domingo el Viejo (o de Silos).
Un
religioso menor, cuyo nombre ignoramos, procedente del Convento de San
Francisco (conocido hoy en día como Iglesia de El Fuerte), salió en
procesión hacia la ermita de Santo Domingo para suplicar a Dios que
acabara con una terrible sequía que estaba dejando sin agua a los
campos. Su petición estaba llena de fervor y devoción, conmoviendo con
sus lágrimas y sollozos a todos los presentes, que rogaban a Dios
misericordia y que escuchase a su siervo.
Al llegar a la plaza, se
puso a predicar ante todos los vecinos de la ciudad, delante de la
ermita. Empezó a explicar y persuadir de la existencia del verdadero
cuerpo y sangre de Cristo en el pan y el vino de la Eucaristía.
En
ese momento apareció en el cielo una extraña cruz blanca,
resplandeciente como la nieve del campo, con unas ramificaciones a los
lados, y adornada con unas curiosas bolas. Esta cruz bajó hasta posarse
sobre la cabeza del predicador, a modo de diadema. Mencionan que su
tamaño tendría una media vara, o dos palmos de grande (3).
Estando
todos los testigos asombrados del prodigio, al poco desapareció. Y a
continuación, vieron cubrirse de nubes el cielo y empezó a llover tanto y
tan copiosamente que se remedió la necesidad de agua.




Las distintas fuentes varían ligeramente los detalles de lo ocurrido.
No obstante, la descripción era la misma: una cruz con un asiento en su
base, con dos bolas rojas en el tronco, a modo de relieve, una
coronando la cruz y otra en el cruce de los maderos, y de cada brazo
salía una rama, de la que pendían cinco bolitas a cada lado, y en su
extremo una bola algo mas grande. En total 24 bolas de diferentes
tamaños.
Hemos podido encontrar un sencillo dibujo de la extraña cruz que apareció ese día.
Pasados
cinco días desde este acontecimiento, se cuenta que ciento veintidós
judíos se convirtieron a la fe católica, ya que interpretaron este
suceso como una señal divina para iniciar su conversión al
cristianismo.






Debido a lo impactante de la visión sobre la población, se
escribió al rey de Castilla, Juan II, para comunicarle lo acontecido en
Guadalajara, una ciudad de su reino.
Por aquel entonces, Juan II
tenia 9 años. La regencia de Castilla decidió compartir la información
con Fernando I de Aragón, a través de un correo real. Mencionar que el
rey antes había sido infante de Castilla hasta 1412, cuando ocupó el
trono aragonés, y que era tío paterno de Juan II.
Fernando de
Aragón, quedó muy impresionado con este extraordinario suceso, y
escribió un correo real a su confesor, el dominico valenciano Vicente
Ferrer para que interpretara la visión de la extraña cruz y la
conversión de los judíos a la fe católica. Se trata de una carta
acompañada de un dibujo, escrita en Zaragoza y fechada el 11 de mayo de
1414 .
Vicente Ferrer recibió esta carta cuando se encontraba en el
pueblo tarraconense de Tamarit, mientras recorría España impartiendo
sermones por los pueblos. Respondió al monarca con otro correo fechado
el 16 de mayo de 1414, dando una explicación mística y eucarística de la
aparición, utilizando ideas del fin del mundo y del anticristo, muy
comunes en los sermones de esa época.




Consideraba que la cruz apareció blanca, porque así califica la
doctrina pura del franciscano en su sermón. La base del madero vertical
de la cruz, y las dos bolas que estaban sobre dicho madero, son los tres
requisitos de la consagración: materia, forma e intención del
sacerdote. Las dos ramas a la derecha e izquierda de la cruz declaran
que es válida la consagración, sea justo (derecha) o pecador (izquierda)
el sacerdote que consagra. Con las cinco bolas a cada lado de la rama
se expresan las cinco palabras con que se consagra el cuerpo de Cristo, y
las veintidós bolas totales son otras tantas palabras necesarias para
la consagración de la sangre.(4)
A su vez, la base de la cruz y las
dos bolas del madero vertical representan los tres predicadores, que
fueron vistos en forma de ángeles por San Juan en el capitulo 14 del
Apocalipsis (5). La bola que corona la cruz es el supremo estado de la
prosperidad y de la fidelidad cristiana que vendrá tras la muerte del
anticristo. Las dos ramas representan a los profetas Enoc y Elías,
descritos como olivos y candeleros en el capitulo 11 del Apocalipsis
(6). Y la bola en el cruce de los dos maderos sería el otro predicador
en forma de ángel que vendrá con los dos profetas en tiempo del
anticristo. Las diez bolitas de cada rama significan una gran obediencia
a los diez mandamientos, rematados en el extremo de la rama por otra
bola que representa su elevada fe.
Vicente Ferrer concluye que la
aparición confirma la diligencia que debe tener el rey Fernando para
extirpar los pecados públicos con la conversión de judíos e infieles.
Vinculaciones antisemitas, religiosas y políticas entre Fernando de Aragón y San Vicente Ferrer
Recordemos
que Fernando I fue antes infante de Castilla, y que en 1412 ocupó a la
corona de Aragón gracias al llamado Compromiso de Caspe, poniendo fin al
vacío del trono tras la muerte de Martín I en 1410 sin dejar
descendencia legitima y con una enconada disputa entre varios candidatos
al reinado.
En el Compromiso de Caspe de 1412, el entonces Fernando de
Trastámara, también llamado Fernando de Antequera, tuvo el apoyo en las
votaciones del dominico Vicente Ferrer , y de Pedro de Luna, el famoso
Papa Luna, Benedicto XIII. La corona de Aragón entonces reconocía su
autoridad eclesiástica, en contraposición a la monarquía francesa que lo
consideraba un antipapa desde lo ocurrido en el Cisma de Occidente de
1378.
Vicente Ferrer era un fraile dominico, de la Orden de los
Predicadores, que recorrió toda España y parte de Europa impartiendo
sermones impactantes, entre los que destacaba el tema de la conversión a
la fe cristiana de los infieles y los judíos. Fernando de Aragón no
dudó en consultarle sobre dicha aparición, ya que llegó a ser su
confesor, le consideraba un aliado político en su reinado de Aragón,
ambos apoyaban en ese momento el papado de Benedicto XIII el Papa Luna, y
que la noticia de la conversión de 122 judíos al catolicismo sería de
su agrado.
Quizá aprovecharon estos judíos la ocasión para
convertirse a la nueva fe, no tanto por el prodigio celeste del que
habían sido testigos, sino por la enorme presión social antisemita que
existía en la época, y que pocos años después culminaría con la
expulsión de los judíos por parte de los Reyes Católicos.
Vicente
Ferrer (1350-1419) (7) es el patrón principal de la Comunidad
Valenciana; y un santo muy querido y recordado hasta hoy en día. Viajaba
montado en un asno, y se alojaba en los conventos de frailes dominicos
de las ciudades y pueblos en donde predicaba. Era seguido por multitudes
que lo acompañaban en sus itinerarios, entre ellas un séquito de
flagelantes que se azotaban las espaldas como purga de sus pecados. En
su iconografía se le representa con su dedo índice alzado, ya que según
las leyendas populares, hizo varios milagros alzando su dedo. También es
representado con «alas», porque Vicente Ferrer era el «ángel del
Apocalipsis», ya que él mismo se consideró un «legatus a latere Christi»
(embajador de Cristo) y proclamó en numerosos sermones la inminente
llegada del fin del mundo y del Anticristo
Las fuentes originales digitalizadas
Tenemos dos bloques de fuentes informativas bien diferenciadas que nos describen lo acontecido.
1) El primer bloque son los libros biográficos
de la vida de San Vicente Ferrer, publicados a lo largo de los siglos
por frailes dominicos de la Orden de los Predicadores (8), fundada por
Santo Domingo de Guzmán (1170-1221) a la que el santo pertenecía.
Los
documentos a los que hacen referencia todas las biografías del santo,
son los dos correos que se intercambiaron el rey Fernando de Aragón y
Vicente Ferrer, unos meses después de que ocurriera la aparición.
Fray
Francisco de Diago, en su «Historia de la provincia de Aragón de la
Orden de Predicadores», de 1599 (15), comenta que estuvo buscando dicha
correspondencia.




La carta que el rey Fernando envió al santo, fechada el 11 de
mayo de 1414 en Zaragoza, la encontró en el Archivo Real de Barcelona,
en el registro de la corte del sello de Vadillo de 1414, en el folio 54,
y que estaba acompañada del dibujo de la cruz.
Sin embargo, la
carta que envió Vicente Ferrer al rey, como respuesta a la anterior,
fechada el 16 de mayo de 1414 en Tamarit (Tarragona), no llegó a
encontrarla en el Archivo Real. Y tampoco ninguna otra carta del santo
enviada al rey. Piensa que toda su correspondencia no se guardaba en
ningún archivo, sino que se la quedaban como reliquia el propio rey o
alguno de sus secretarios que gestionaban su correo.
Por suerte,
Diago nos dice que fray Vicente Justiniano Antist encontró la carta en
el Archivo de Madrid, donde estaba escondida y olvidada, publicándola en
su libro «La vida y historia del apostólico predicador san Vicente
Ferrer» en 1575. (13)
Podría ser que el rey Fernando de Aragón
enviara la carta a Castilla para que se comprendiese bien lo que
significaba la aparición de la cruz en el cielo de Guadalajara, y que al
final acabara almacenada en Madrid.
Diago comenta que la carta está
firmada de puño y letra por el propio Vicente Ferrer, pero la firma
como «predicador» y no como «pecador», como solía hacerlo en las cartas
que enviaba al anterior rey de Castilla, Martín I. Propone que Vicente
Ferrer empezó a firmar sus correos como «predicador» desde la visión que
tuvo en 1398 cuando vivía en la ciudad de Avignon. Durante una grave
enfermedad, tuvo una visión extática en la cual Jesús le anunció la
inminente llegada del Anticristo y le encomendó ir a predicar por el
mundo
2) El segundo bloque de fuentes son los libros
que recogen las crónicas e historias de la Orden Seráfica (9), fundada
por San Francisco de Asís (1181-1226), a la que pertenecía el predicador
al que se apareció la cruz, y que moraba en el convento franciscano de
Guadalajara.
La cita mas antigua que he encontrado es la publicada en 1612 por fray Pedro de Salazar (16).
Sin
embargo, la más detallada es, sin lugar a dudas, la que nos ofrece fray
Eusebio González de Torres, en su libro «Chronica Seraphica» de 1719
(21). Describe el suceso basándose en «papeles y pinturas fieles
monumentos del prodigio», que por entonces se guardaban en la iglesia de
San Francisco de Guadalajara, de donde era morador el franciscano
protagonista del suceso. Y concreta que «la copia de la cruz aparecida,
junto con una compendiosa naración de todo el suceso, está colocada en
la Iglesia de este convento al lado de la Epístola en la Capilla de la
Inmaculada Concepción».




Es más que probable Francisco de Torres (17), un cronista local,
haya usado los escritos que había en la iglesia, junto con los textos de
Marieta(14) y Salazar(16), para confeccionar el relato que narra en su
libro de 1647.
Desgraciadamente, la historia del convento y de la
Iglesia de San Francisco está llena de saqueos y de conflictos militares
que arrasaron con el edificio, la cripta y los documentos que guardaba
(10). En la actualidad la iglesia está totalmente reformada.
La
aparición de la cruz se produjo en la Plaza Mayor de Guadalajara. Hoy en
día es muy diferente de cómo era en 1414 Por entonces la plaza era
mucho más estrecha, rodeada de casas bajas y viejas.(12). Pero a finales
del siglo XV, a instancias del Cardenal Mendoza, se llevó adelante una
reforma radical derribando la ermita de Santo Domingo y las casas de los
cuatro costados, levantando otras nuevas, poniendo soportales, y dando a
la plaza una amplitud de la que antes carecía.
CONCLUSION
El día 18 de marzo de 1414, los
vecinos de Guadalajara fueron testigos de lo que yo denomino un «prodigo
celeste», un fenómeno de difícil aclaración con los datos que
disponemos.
Las fuentes originales que lo mencionan no son nada rigurosas, ya que
revelan una gran parcialidad al atribuirle directamente un origen
divino, y una intencionalidad al interpretarlo como una confirmación de
sus creencias cristianas frente a la de los judíos e infieles que no
profesan la fe verdadera en Cristo.
Seguramente se trate de un raro
fenómeno meteorológico, o de un efecto óptico atmosférico, quizá
relacionado con la tormenta que tuvo lugar después de que algo descrito
como una cruz apareciera en el cielo.
ENLACES:
Presentacion en el I congreso solidario EOC:-
Revista digital «El Ojo Critico» Publicacion de este articulo en el numero 75. Pagina 30. Marzo de 2014
-
web ELOJOCRITICO.INFO 16-Feb-2014 Congreso solidario «El Ojo Critico» donde se presentó este caso
-
podcast LA RUEDA DEL MISTERIO 9-04-2014 Entrevista en la radio sobre el articulo.
-
(3) La vara castellana. La más extendida, mide 83’59 cm, y se divide en dos codos o cuatro palmos. O sea, media vara son dos palmos, equivalentes a 41’79 cm.
-
(4) Misa en Latín. Las 5 palabras para consagrar el pan y las 22 palabras para consagrar el vino
-
(5) Capitulo 14 del Apocalipsis de San Juan. Versículos 6-9.
-
(6) Capítulo 11 del Apocalipsis de San Juan. Versículo 4.
-
(7) Hacia el VI Centenario: Fray Vicente Ferrer. Carlos Catalán Font. 2011
-
(8) Dominicos. Orden de los Predicadores.
-
(9) Franciscanos. Orden de los Seráficos.
-
(10) La iglesia de San Francisco. Antonio Herrera Casado. 2013.
-
(12) La Plaza Mayor de Guadalajara. . Antonio Herrera Casado. 1986. .
FUENTES ORIGINALES:
Cronistas:-
BIDICAM. (1) Juan Catalina García. «Los fueros de Brihuega». 1887
-
(13) Fray Vicente Justiniano Antist. «La vida y historia del apostólico predicador San Vicente Ferrer». 1575 Dibujo de la extraña cruz. Pagina 173 (206 del pdf)
-
(14) Fray Juan de Marieta. «Historia eclesiástica de España. Segunda parte» 1596. Dibujo de la extraña cruz. Pagina 99.
-
(15) Fray Francisco Diago. «Historia de la provincia de Aragón de la Orden de Predicadores». 1599.
-
(16) Fray Pedro de Salazar. «Crónica y historia de la fundación y progreso de la provincia de Castilla de la Orden del bienaventurado padre San Francisco» 1612.
-
(17) Francisco de Torres. «Historia de la muy nobilissima ciudad de Guadalaxara». 1647. Manuscrito.
-
(18) Fray Francisco Gavalda. «Vida de el ángel profeta y apóstol valenciano San Vicente Ferrer». 1668.
-
(19) Fray Andrés Ferrer de Valdecebro. «Historia de la vida maravillosa y admirable del segundo Pablo, apóstol de Valencia, S. Vicente Ferrer». 1682.
-
(20) Fray Serafín Thomas. «Historia de la vida de S.Vicente Ferrer, apóstol de Europa. Hijo de la nobilísima ciudad de Valencia». 1713.
-
(21) Fray Eusebio González de Torres. «chronica seraphica» 1719.
-
(22) Fray Ignacio Catoyra. «Ilustraciones a las maravillas del apóstol de Valencia, S.Vicente Ferrer, apóstol de la Europa, sol de el occidente». 1724.
-
(23) Fray Francisco Vidal y Micó. «Historia de la portentosa vida y milagros del valenciano apóstol de Europa S.Vicente Ferrer, con su misma doctrina reflexionada». 1735.
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