1672 EL FENOMENO DE LOS TRES SOLES EN CIFUENTES

 Es curioso de cómo un fenómeno metereológico como el parhelio fue interpretado por los vecinos de Cifuentes en el siglo XVII como un milagro, en el siglo XX como un caso ovni,  y las repercusiones que tuvo en la historia local con el paso de los años.

El 3 de febrero de 1672, festividad de San Blas, ocurrió en Cifuentes un fenómeno extraordinario y que los testigos dibujaron y describieron por escrito en unas actas, que están en el Archivo Municipal de Cifuentes, y que nos ha llegado hasta nosotros. 
Esa fria mañana, a las afueras del pueblo, en la llamada «cueva del Beato», (donde la tradición dice que alli fue martirizado San Blas de Oreto) la gente pudo ver en en el cielo «tres grandes soles, tan grandes a la vista como el sol material, distintos entre si, uno en medio y otros dos a los lados, de cuyos rayos salian salian unos resplandores al modo y color de un arco iris y debajo de los tres soles se vieron en el aire dos medias lunas mas debajo de ellas un arco despidiendo una saeta a las lunas, durando esta maravilla prodigiosa desde el salir el Sol hasta mas alla de las diez del dia»
Lo que entonces fue considerado un milagro, hoy en dia sabemos que se trata de un fenómeno meteorológico llamado «parhelio», que se suele observar en regiones próximas a los polos. Se trata de un efecto óptico, cuando la humedad de las capas bajas de la atmósfera se encuentra congelada formado multitud de cristales de hielo, los rayos solares se reflejan y se refractan, provocando el efecto de que hay tres soles en el cielo. Para que esto suceda, se tienen que dar tres premisas: 1) Temperaturas muy por debajo de cero grados 2) suficiente número de hielo congelado, que dependerá del grado de humedad, y 3) que los rayos reflejados del sol lleguen al testigo, que será en mayor porcentaje al amanecer, y disminuirá según avance la mañana. 
Es muy raro encontrar descripciones de parhelios en España, ya que se deben dar condiciones de frío extremo, pero algunos autores apuntan la posibilidad de una «pequeña edad de Hielo» entre los siglos XVI al XVIII, donde bajó la temperatura media de muchos lugares del mundo. 

¿qué consecuencias tuvo este milagro/fenómeno meteorológico?.
Tengamos en cuenta el entorno social y religioso de la época. Recordemos que la tradición decia que alli hizo vida de eremita San Blas de Oreto en el año 77 DC en la época de Nerón, siendo martirizado y enterrado por sus verdugos, y que unas muchachas testigos del suceso encontraron el cuerpo, y que al regresar a su pueblo Val de San Garcia no reconocieron a ningun vecino, ya que habian trascurrido 300 años dormidas en dicha cueva, pero que fueron creidas en su relato al llevar la cabeza del santo. 
Sin embargo otra tradición dice que en realidad se trata de otro San Blas, martirizado en el año 585 por las persecuciones de Leovigildo contra los cristianos. 
Sea cual sea el santo San Blas, las reliquias eran tenidas como milagreras y muy veneradas por las gentes del lugar, en un convento de monjas Hermanas Dominicas construido a tal fin en 1347. Si a esto le unimos el fenómeno de los tres soles de1671, considerado como un prodigio de Dios, a partir de entonces el sacerdote don Pedro Girón de Bueno se retiró a la Cueva del Beato para hacer vida anacoreta. A éste se le fueron añadiendo otros cinco clérigos, con los que formaron la «Congregación de San Felipe Neri», devotos de la Virgen del Loreto a la que dedicaron el pequeño santuario. Hasta el siglo XX allí siempre hubo algún anacoreta haciendo vida retirada, siendo el último el conocido «hermano Andrés» que estuvo hasta 1957 cuando se disolvió la orden. 
Como hechos notables, recordemos que el 20 de febrero de 1905 asesinaron al «ermitaño de Cifuentes», Bibiano Gil, suceso que fue seguido ampliamente por la prensa de la época, y que aun se recuerda en la zona. 
Y que en la Guerra Civil la ermita fue totalmente arrasada, por lo que hoy sólo disfrutamos de una reconstrucción. Antes existía una pared de tierra que al arañar la misma y tragarla, decían que curaba los males de garganta y anginas. También dicen que había una baldosa a la entrada de la ermita donde se aparecía la silueta del anacoreta asesinado. 



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